100% Chardonnay proveniente de una selecta parcela del Viñedo Adrianna. La estación de crecimiento 1997 contó con un clima ideal en este viñedo, con una temperatura promedio de 18.5º C y una amplitud térmica promedio de 13.5º C durante febrero y marzo. Las uvas pudieron madurar en forma lenta y gradual, desarrollando frescos sabores de pera y manzana, con delicadas notas cítricas y de cáscara de limón. Las noches frías favorecieron una excelente retención de la acidez, que otorgó un final de boca refrescante y vivaz. Esta cosecha puede disfrutarse y beberse ahora, continuando su evolución durante los próximos 4 a 5 años.
El vino Catena Alta es un corte de hileras históricas pertenecientes a los viñedos de la familia Catena. El corte de dichas hileras, al igual que la unión de los sonidos que conforman una sinfonía, da lugar a un vino de gran elegancia e intensidad aromática, expresivo de la tierra y las vides que la familia Catena Zapata ha cultivado durante cuatro generaciones. Los vinos Catena Alta suelen consumirse a partir de los tres años de la cosecha y durante dos décadas más.
Las uvas con que se elabora este vino provienen de una parcela especial del Viñedo Adrianna, el mejor microclima de Chardonnay de Catena, situado a una altura de 1.500 msnm. La amplitud térmica en este viñedo es superior a la del Viñedo La Pirámide, con noches muy frescas durante la etapa de maduración. Históricamente, esta parcela ha otorgado los rendimientos más balanceados y uniformes. Cada año, se realiza un cuidadoso raleo de racimos, dejando únicamente en el viñedo los frutos seleccionados. La cosecha se realiza a tempranas horas de la mañana, prensando los racimos enteros, procediendo directamente a la fermentación en barricas de roble. El vino se añeja durante 14 meses en roble 100% nuevo de la Tonelería Francois Fréres. El resultado es un vino intenso, con frescos sabores frutales y aromas lácticos de la fermentación maloláctica. También se perciben las agradables notas provenientes del roble. De intenso color dorado con reflejos verdosos, la nariz es concentrada, con intensas notas cítricas y de frutos blancos de carozo, entrelazadas con delicados toques de miel y tostado. En boca es un vino suave, redondo y armónico, con excelente equilibrio entre el intenso sabor frutal y las notas de vainilla y especias aportadas por el roble. Este vino solo se produce en años excepcionales.