Fortuna Terrae -“Suerte de la Tierra” en latín - hace referencia a las “afortunadas” vides de esta pequeña parcela del Viñedo Adrianna. De hecho, los suelos arcillosos profundos de este sector albergan gran cantidad de pastos nativos que previenen la erosión, atrayendo a insectos benéficos, pájaros cantores y zorros montañosos. Debido al frescor que imparten los suelos profundos y la altura, los vinos Fortuna Terrae presentan una óptima acidez y delicados aromas a flores. Conviene disfrutar este vino luego de algunos años o décadas posteriores al año de cosecha.