Saint Felicien Casa de Tucumán fue elaborado como tributo a aquel encuentro de 1816 que logró acordar el hecho que nos constituyó como Nación: La Independencia. Se trata de un vino malbec, variedad de origen francés que encontró en nuestra patria el sitio más apto para desarrollarse y convertirse en la cepa insignia de la vitivinicultura nacional. Esta cepa se ha convertido en la embajadora ante el mundo del potencial que tienen nuestros vinos y sobre todo del potencial de nuestro suelo, tan único y diferente a los demás.
Se perciben en este vino aromas a frutas rojas, como cerezas y ciruelas maduras, junto a fragancias especiadas, tales como pimienta negra y clavo de olor. En boca es un vino complejo, de buen cuerpo y estructura, con taninos suaves y maduros, y excelente longitud e intensidad. En el final de boca aparecen delicados sabores tostados y a vainilla.